El Camino Viejo de Xirivella
Mucho antes de que existieran grandes avenidas como la del Cid o Blasco Ibáñez, Mislata y Xirivella ya estaban unidas por un sendero humilde pero fundamental: el Camino Viejo de Xirivella.
Una de las rutas más antiguas de Mislata
Este histórico trazado, hoy casi olvidado, nacía en la Cruz Cubierta de Mislata, punto donde convergían varios caminos tradicionales, y avanzaba en suave zigzag en dirección al vecino pueblo, atravesando huertas, acequias y campos abiertos.
En su primer tramo, justo a la salida de la Cruz Cubierta, el camino estaba flanqueado por varias viviendas. Las casas del lado izquierdo pertenecían administrativamente a Valéncia, mientras que las del lado derecho formaban parte de Mislata. Sin embargo, en la vida diaria, todos sus habitantes se consideraban mislateros, y su vida social giraba en torno al barrio de la Cruz, el antiguo Cerdanet.
Entre los edificios más destacados se encontraba el Huerto de las Flores, un elegante chalet rodeado de jardines que presidía el extremo sur de la plaza de la Cruz. Desapareció en 1952, al igual que el callejón que conducía hacia la Ermita de San Miguel de Soternes. Tampoco sobrevivió el Molino de Sal, otro de los inmuebles vinculados al antiguo camino.
La condición fronteriza del camino provocó durante décadas numerosos conflictos burocráticos entre Valéncia y Mislata. Los vecinos padecían las consecuencias: fue una de las últimas calles en asfaltarse, sufrían problemas constantes con la tributación pues ambos ayuntamientos cobraban por igual, y las reparaciones o mejoras quedaban habitualmente en un limbo administrativo.
A lo largo del camino, ya en paralelo a la actual avenida del Cid, se encontraba el Pou del Crist, situado en la actual plaza de Eduardo Marquina. Era un pozo fundamental para abastecer a las huertas de la zona, y su fachada lucía un retablo con la imagen de Cristo que daba nombre al lugar.
A medida que avanzaba hacia Xirivella, el camino se transformaba: en algunos tramos se convertía en una rambla profunda, de hasta dos metros de desnivel. En los días de lluvia, las aguas procedentes de Xirivella descendían hacia Valéncia inundando el sendero y convirtiéndolo en un auténtico riachuelo intransitable al llegar a la Cruz.
Durante siglos, olivos, árboles frutales, alquerías y pequeñas chabolas se alineaban a ambos lados del camino. Por allí pasaban rebaños camino del Matadero Municipal de Valéncia, y durante las fiestas de Xirivella, los toros que participaban en los festejos eran llevados por este mismo trazado. No faltaron sustos pues en más de una ocasión algún toro se escapó, provocando carreras y sobresaltos entre los vecinos que estaban "a la fresca" en sus puertas.
Al entrar en el término de Xirivella, el camino tomaba el nombre de Camí Fondo. Una vez dejados atrás los cultivos, desembocaba directamente en la calle Mayor, eje del núcleo urbano xirivellero, igual que ocurría en Mislata con la calle Mayor y el Camino Real.
Hoy, las huertas han desaparecido, los pozos y alquerías ya no existen, y los viejos olivos que daban sombra a los caminantes son solo un recuerdo. Sin embargo, entre la expansión urbana de Valéncia y Mislata aún permanece el nombre del Camino Viejo de Xirivella, junto a algunas casas antiguas y, por supuesto, la Cruz Cubierta, que sigue marcando el inicio de uno de los caminos más antiguos y emblemáticos del municipio.