
La Casa y l'Hort de Sendra
Este conjunto marcó antaño el pulso económico y social de Mislata durante décadas. Su pasado industrial a principios del siglo XX convirtieron al municipio en un referente en la producción de pieles de charol, empleando a decenas de trabajadores y conectando la historia de la villa con su pasado andalusí.
Hoy en día, el antiguo huerto y la memoria de esta emblemática industria siguen vivos como parte del patrimonio mislatero.

El Huerto de Alazadí
Los orígenes de l'Hort de Sendra
En la parte trasera de la Casa Sendra se encuentra un jardín que hoy conocemos como l'Hort de Sendra. Este espacio tiene un origen medieval, anterior a la conquista cristiana y formaba parte de las tierras que el rey Jaime I donó a distintas personalidades tras la conquista, como parte de las donaciones reales recogidas en el Llibre del Repartiment. Estas tierras habían pertenecido a los habitantes de la antigua Alquería musulmana de Mislata, el "Manzil-Atá".
Este espacio fue donado tras la toma de Valéncia a Raimundo Seguí apareciendo en las donaciones como el Huerto de Alazadí.
Alazadí fue probablemente un personaje de la Morería de Mislata, propietario del territorio donado a Raimundo Seguí. Durante siglos este espacio albergó las "eras", espacio destinado a la trilla del cereal.



Curtidos Sendra
El origen del topónimo "Sendra"
La Fábrica de Curtidos Sendra se encontraba en el centro de la Morería de Mislata, ocupando un gran espacio entre la Plaza de la Morería y la Calle San Cayetano. Según registros de principios del siglo XX, en el nº7 de la plaza de la Morería figuraba como propietario Andrés Sendra Guerra, vecino de Valéncia.
Aquel terreno estuvo ocupado primero por la antigua mezquita convertida más tarde en la Ermita de San Miguel.
La fábrica se expandió ocupando los terrenos de l'Hort de Sendra y la actual Escuela de Adultos estando ambas partes conectadas por un paso elevado sobre la Calle San Cayetano la cual partía la propiedad en dos espacios.

La entrada principal (por la plaza de la Morería) daba paso a las oficinas a la izquierda y a una escalera de mármol a la derecha que daba acceso a los pisos superiores destinados durante un tiempo a uso residencial.

Al fondo un amplio patio y una puerta llevaban a la zona principal de la fábrica: depósitos de tinte, máquinas para descarnar y rebajar pieles, así como espacios para el secado.
Un pequeño puente sobre la Calle San Cayetano conectaba con el solar que más tarde sería conocido como l'Hort de Sendra, utilizado para secar las pieles e incluso como taller para la construcción de fallas.
La fábrica llegó a contar con una plantilla de entre 25 y 30 trabajadores. Durante la Guerra Civil la Fábrica de Curtidos fue incautada junto a otros negocios e industrias de Mislata por el gobierno revolucionario impuesto en Mislata.


La actividad cesó en 1952, en un contexto de crisis para muchas industrias del sector. Un año después se construyó la Casa Sendra siguiendo un estilo historicista con detalles tradicionales valencianos. A partir de 1999 el edificio y el huerto pasaron a ser propiedad municipal albergando actualmente la sede de la Escuela de Adultos de Mislata.