
La Mislata romana
A lo largo del tiempo, el subsuelo de Mislata ha ido revelando pistas que apuntan a una historia mucho más antigua de lo que muchos imaginan. Ya en el siglo XIX, estudiosos y cronistas hablaban de túneles, pozos y restos de construcciones que parecían pertenecer a épocas remotas, vinculadas especialmente al aprovechamiento del agua.
El Acueducto romano que atravesaba Mislata
-Testimonio de una infraestructura olvidada-
La historia de Mislata está íntimamente ligada al agua. Durante siglos, las aguas del río Turia nutrieron las fértiles tierras de la huerta, pero pocos saben que bajo el suelo de Mislata y sus alrededores se oculta el rastro de una ambiciosa obra de ingeniería romana: un antiguo acueducto que canalizaba el agua desde tierras altas hasta la ciudad de Valéncia.
Varios autores de los siglos XIX y XX, como Nicolau Primitiu, Martínez Aloy o Augusto Danvila, documentaron la existencia de tramos visibles o enterrados de este acueducto, especialmente en zonas como el Molino de Cabot (ya desaparecido), los barrancos de Ribarroja y Vilamarxant, y las cercanías de la antigua Cárcel Modelo, donde se hallaron restos de conducciones hidráulicas.

El acueducto podría estar relacionado con una estructura hidráulica llamada castellum aquae, es decir, un depósito de agua donde se regulaba la presión y se distribuía el caudal hacia fuentes públicas, baños o edificios. Algunos expertos han sugerido que el entorno de Mislata pudo albergar uno de estos depósitos, aunque su existencia no ha sido todavía confirmada arqueológicamente.
La obra del arabista Julián Ribera Tarragó, publicada en 1888, defendía que los sistemas de riego de la Huerta de Valéncia tenían un origen romano y no árabe como se pensaba. Los hallazgos de Mislata y en la zona de Valencia la Vella parecen reforzar esta visión, al tratarse de estructuras anteriores a la Edad Media, construidas con fines agrícolas y urbanos.
Aunque hoy en día muchos de estos vestigios están ocultos o destruidos, el acueducto romano de Mislata constituye una prueba de la capacidad técnica romana y del valor estratégico que tuvo esta zona dentro del sistema hidráulico valenciano.
La Alquería Alta en tiempos romanos
-un enclave estratégico entre el río y la huerta-

Situada sobre un pequeño montículo a la entrada occidental de Mislata, la conocida como Alquería Alta ocupaba una posición privilegiada desde la cual se podía divisar la ciudad de Valéncia y controlar visualmente el curso del río Turia. Este emplazamiento estratégico fue clave para la historia hidráulica de la zona y probablemente tuvo también un valor defensivo o logístico.
A finales del siglo XIX, en las cercanías de este lugar se halló una moneda romana, lo que llevó a varios estudiosos a pensar que en este lugar hubo actividad humana desde tiempos remotos. De hecho, algunos investigadores sostienen que en este cerro elevado -roto por barrancos y con buenas vistas- pudo establecerse un depósito o nodo del sistema hidráulico romano que conducía el agua desde las tierras altas hacia Valéncia.