
El Gurugú
Entre las calles con más sabor a historia de Mislata se encuentra la calle Marcos Porta, un rincón que a logrado conservar, a lo largo del tiempo, el encanto de finales del siglo XIX.
Esta vía adoquinada y flanqueada por viviendas, debe su nombre a Marcos Porta Guillot, constructor mislatero al que se le atribuye la construcción de la calle además de ser el constructor del Barrio del Cristo en Aldaia o formar parte de la construcción de diferentes edificaciones en la plaza del ayuntamiento de Valéncia
El adoquinado que permanece sorprendentemente conservado es una de sus señas de identidad más características convirtiendo a esta calle en un ejemplo del urbanismo tradicional en Mislata.

Pero esta zona esconde una historia todavía más antigua, que se remonta a los tiempos de la Mislata musulmana. Los mislateros más mayores todavía conocen este lugar como "el Gurugú", nombre popular que hace referencia a un pasado poco conocido: aquí se encontraba el antiguo cementerio musulmán de La Morería.
Tras la expulsión de los musulmanes en el siglo XVII, este espacio fue quedando en desuso y, durante los siglos posteriores, se convirtió en un campo de moreras que perduró hasta finales del siglo XIX junto al desaparecido "barranquet".
Así, la calle Marcos Porta no solo destaca por su arquitectura y su valor patrimonial, sino también por formar parte de un espacio que guarda la memoria de la convivencia de culturas que marcó la identidad de Mislata a lo largo de los siglos. Hoy recorrerla es pasear por las huellas de un pasado vivo, donde la historia y la tradición siguen resonando bajo cada piedra.

